Dentro del ciclo MaF, Ángeles Sioli trae al Centro Cultural María Victoria Atencia su exposición ‘Acrobáticas’, que estará vigente desde este jueves 15 de febrero hasta el próximo 10 de mayo.
La exposición
Uno de los asuntos más fundamentales que debe asumir la práctica artística es potenciar el diálogo que la creación establece con la realidad, conversación que debe abordar el presente con la complejidad que este solicita. El arte tiene una dimensión política, de construcción de lo común, que no debe menospreciar. No se trata de un compromiso con la sociedad, esto reduciría la dimensión que menciono a gesto, pacto o propaganda, sino que se trata de apuntalar una serie de nutrientes culturales que debemos fortalecer, justamente, con el pensamiento que nos ofrece cada creador a través de su obra.
El ahora que habitamos se ha asentado sobre narrativas de poder que, muy lentamente y con planes de vuelo muy bien dirigidos, está mermando lo humano de la humanidad. Desde el deterioro de los vínculos que entablamos entre nosotros y con nuestro entorno, hasta la desaparición de rituales que, como bien indica Byung-Chul Han, conceden una estabilidad a la experiencia de la vida que se considera amenaza para todos esos procesos que buscan reducir a cada persona a mero sujeto productivo. Todo aquello que nos distancie del actual modo de vida flotante, de «consciencias que naufragan», en palabras de la filósofa Marina Garcés, ha de ser debilitado, agotado hasta la extenuación.
La exposición de Ángeles Sioli, ‘Acrobáticas’, destaca por esa dimensión política de pensar lo común, pensamiento que traduce, con audacia, tanto en los materiales que utiliza para la elaboración de su obra, como en el andamiaje conceptual sobre el que ha puesto a volar sus acrobáticas. Sioli concede un nuevo lenguaje al papel, edifica cordilleras de colores, texturas de ideas que perfila con mano artesana y que despliega entre pasteles, grafitos, metacrilatos y vidrios. Si algo hace singular a esta creadora es el cómo traslada el significado a su representación más física. La idea puede ser y estar en todo material posible.
La cartografía conceptual que atraviesa esta exposición bebe del concepto de ritual y lo vincula, poderosamente, al concepto de género. La vida, sus etapas, queda definida por la cuestión de género. Como el tiempo y su esquema. Esta combinación de ideas la lleva a una profunda reflexión sobre la fragilidad y la vulnerabilidad de las mujeres en un mundo que se relata desde el canon de la hiperproducción y que se relaciona con el concepto de tiempo desde lo masculino.
Cristina Consuegra (comisaria)