La Factoría Echegaray lleva al Teatro Echegaray la obra ‘La muerte de Christopher Reeve’ desde el jueves 14 hasta el sábado 23 de noviembre con 6 funciones en total. Los eventos (jueves, viernes y sábados) siempre empezarán a las 20.00 horas y las entradas tienen un precio único de 15 euros.
A través de la tensión entre cuerpo y palabras se traduce a acción escénica el texto homónimo (XXXIV Premio Unicaja de Poesía) de la poeta malagueña Lidia Bravo.
Superman tomó en sus brazos a la niña y la rojísima S se hundió en las profundidades del mar para salvarla del mundo real, ocultándola en la Atlántida. Durante los siguientes 25 años, el viaje de la mujer-heroína en busca de su identidad se convierte en una odisea por la tensión polar entre ficción y realidad; entre el mar y la ciudad. Su relato entra en crisis cuando su cuerpo se adentra en la experiencia cotidiana: la memoria, el amor, la supervivencia.
¿Se puede ser héroe en el día a día?
La muerte de Christopher Reeve según su director
“Este poema épico narra la dolorosa travesía de una mujer desde que ve Superman en el cine hasta que, 25 años después, se topa con la muerte de su actor, Christopher Reeve, en el periódico.
En este cuarto de siglo ha intentado dar sentido a su existencia sumergiéndose en su universo de fantasía. No obstante, el mundo exterior la acecha y confronta con la realidad: los vestigios de su memoria y sus sentidos la devuelven, ingratos, a su materialidad.
Allí –o aquí–, ella es la Extranjera.
Su aspiración por ser un pez pequeño, sin extremidades con las que resistirse a la corriente, se convierte en un via crucis en el que la urbe le exige su versión más humana: eficaz, veloz, contingente. La Extranjera vive entre su mar idealizado y la ruidosa ciudad. Es mitad relato, mitad cuerpo. Mitad pez, mitad humana: una sirena.
La puesta en escena del texto lírico se fundamenta en la hibridación de lenguajes. La convivencia de ficción y realidad en el poema se traduce a escena en el diálogo entre dos poéticas: el estilo teatralista y la irrupción de lo real.
De esta manera, el cuerpo fisiológico de los actores, sus testimonios auténticos y el juego en directo conviven con la acción dramática de la Extranjera-sirena. La muerte de Christopher Reeve se convierte así en una investigación en torno al concepto de identidad mediante la relación dual y contingente entre realidad-ficción, actriz-personaje, acción-actuación y, sobre todo, en la colisión del cuerpo con(tra) el relato (palabras)”. Pablo Beltrán