Málaga y su gente en Navidad

Imagen de Mabel SC.

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La prenavidad

Primera tarde que voy al centro para fotografiar la prematura Navidad de Málaga.  Cada vez más cosmopolita, luces, mapping, bullicio, frenesí navideño… 

Con ganas de imágenes del paisaje urbano. Pero sin poder evitarlo me encuentro con historias de la gente en Navidad. Las que veo o me invento mientras fotografío con el permiso de ustedes:

La Catedral

o mejor dicho la torre sur de La Catedral, aquella que se quedó incompleta y es seña de nuestra ciudad. ¡Qué mejor manera de hacerla soñar desde su mutilada vida que ser el lienzo del video mapping (tanto neologismo me aturde: proyección video musical) de este año! Entonces la fantasía invade este rincón de Málaga. 

Música, luces en movimiento, clic-clic… golosinas, pingüinos, muñecos de nieve… y muchas miradas que no son nada frías.  

Media vuelta y: 

El árbol de los deseos (del Club de los Leones). Este lugar es como el centro neurálgico donde se concentra la mente de la ciudad, mejor aún las intenciones, los buenos deseos y las ilusiones. Es un gusto pararse frente a él y percibir la fuerza que lleva cada uno de esos papelitos colgados. El tiempo invertido en atar la varilla metálica cuenta como meditación y convalida al cielo. 

Que sí, que este año ya verás cómo lo conseguimos, que siempre mucha salud por favor para todos, que quisiera aprobar ese examen, que mis padres se quieran, que la suerte gire esta vez hacia mí…

El árbol poco a poco se va llenando de los propósitos de niños y mayores; chicos funcionalmente diversos se acercan y con ayuda de sus maestros cuelgan brillantes deseos. Éste me lo apunto: 

“Que le toque la lotería al profe…».

Y poco a poco esa luz intensa y blanca que ahora luce, irá menguando por las cartulinas de buenas intenciones que generosos corazones cuelgan, alzando sus deseos al cielo malagueño. 

Continúo mi camino

Sigo hacia la Plaza de la Marina. El puerto asoma al fondo y el edificio portuario luce su mejor gala, está de fiesta su elegancia innata. 

Muchos se arriman al árbol, otros al puesto de chuches. Todo invita a estar activo y los sentidos se abren.

Es tiempo de taxis (de toda la vida). Están en la parada. Hay por todo el centro, a tu alcance. Pero usa también el autobús. El centro es como Roma: todos las líneas aterrizan aquí…. y cómo no, caminar. Deja el coche en casa, aligera el tráfico y respiremos más. 

No puedo evitar alzar la vista hacia el elegante edificio de La Equitativa. 

Voy hacia Calle Larios, con la esperanza puesta en sus ángeles

Pero antes, más ángeles y el bullicioso tráfico de la Alameda. Lágrimas de luz serpentean de sus majestuosos árboles. Me embruja la mirada esa perspectiva. 

– ¡Espera, que el semáforo esté abierto!, ¡otra luz más!, ¡pasa ahora, deprisa, deprisa… !

-¡No papá, me has prometido un gofre!

– Vale, yo prefiero buñuelos. 

Llega un momento que me sumerjo, me dejo llevar por este tráfico de la Alameda. Es un baile de luces que me atrapa. Y la cámara es una aliada para entrar en mi universo y ver todo de más maneras, captar la velocidad, el bullicio… y también mi fantasía: Nada es como parece

Vuelta a la realidad

Una parada de autobús me devuelve a mis recuerdos y a velocidad real. Un gracioso guiño del pasado, la vida siempre es una bonita noria a recorrer.

Vuelvo a las paradojas, el mundo de los escaparates, la venta de nada, las ofertas…

Va llegando la hora del atasco en Calle Larios. La música empieza a sonar, luces que van y vienen, ángeles y columnas serpentean psicodelia.

Manos alzadas, (muchas) móvil arriba: llegar a otros lugares del mundo; que tú sepas, lo que estoy viviendoque muchos estén donde yo estoy.  

Aunque sea en un mundo virtual, a veces me pregunto por este cambio y dirección que hemos tomado, pese a que soy la primera que busco afanosamente “detener el instante” (de eso trata la fotografía). Pero no dejo de pensar… «¿Nos perdemos el momento verdadero?».

En Calle Larios

Camino sola entre miradas, ojos que están empezando  cada día a descubrir cosas nuevas. 

Complicado hacerse un hueco entre la afanada multitud… 

Mejor tomar distancia, desde arriba se ve todo con mucha más perspectiva.

La preNavidad es todo un festival de actividad humana. En cada persona hay razones, inquietudes, deseos, paradojas… En definitiva, ingredientes de un menú de vida. 

Y Málaga está en plena ebullición estos días. 

Escojan su mejor plato y degústenla.

¿Nos vemos en Navidad?

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Málaga y su gente en Navidad
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Málaga y su gente en Navidad
Descripción
Mi primer paseo por el centro de Málaga en esta Navidad 2022 deja una catarata de imágenes, de su gente y de sensaciones.
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